No más silencio

En su primer día de trabajo, Rochelle Laks, logopeda, ya demostró cuánto le importa. El primer cliente de terapia que conoció no era verbal.

Si bien muchos podrían haberse encogido de hombros y pensado «Soy nuevo aquí, trabajaré con cualquier realidad», Rochelle estaba decidida a dar a su cliente no verbal la capacidad de expresarse. Trabajó sin descanso para que su cliente configurara un dispositivo de comunicación: obtuvo la aprobación, adquirió el dispositivo y configuró el software.

¡Cinco semanas después, los resultados fueron transformadores! Con el dispositivo en la mano, la clienta de Rochelle ha empezado a expresar sus pensamientos y sentimientos por primera vez, lo que ha repercutido profundamente en su calidad de vida y la ha mejorado.