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¿Qué hace que una persona se enferme mentalmente? ¿Hay factores externos que influyen en que alguien se enferme o es algo con lo que se nace?
Si hay factores de riesgo, ¿hay alguna forma de prevenir el desarrollo de una enfermedad mental? ¿Hay señales de advertencia a las que prestar atención?
Gracias por esta maravillosa pregunta.
En realidad estás haciendo tres preguntas:
La enfermedad mental puede ser causada por una combinación de diferentes factores, incluidos factores biológicos y ambientales. Estos son algunos factores comunes que pueden contribuir al desarrollo de una enfermedad mental:
La forma en que se desarrolla la enfermedad mental en la vida real es la siguiente: cada persona nace con deseos y necesidades, y busca encontrar placer y evitar el dolor. Básicamente, el cerebro estudia el entorno y trata de encontrar una manera de existir en el mundo y mantenerse a salvo.
Cuando otra persona se interpone constantemente en el camino de las metas de la persona, las rechaza o hace que se sienta insegura, la persona puede eventualmente desarrollar una enfermedad mental.
Una persona que tiene un cerebro 100% sano sin factores de riesgo biológicos de enfermedad mental tendrá más facilidad para manejar el costo emocional que conllevan las dificultades de la vida. Pero cuando las dificultades son demasiado difíciles de sobrellevar, incluso una persona con un cerebro sano se verá afectada.
Por otro lado, incluso una persona con deficiencias biológicas puede estar 100% sana mentalmente si tiene la suerte de crecer en un entorno sano y de apoyo. Básicamente, se trata de un rompecabezas: para que una persona crezca sana, es necesario que encajen muchas piezas, ya que siempre hay muchos factores que contribuyen a la enfermedad mental.
Para reiterar, no existe un factor de riesgo que siempre cause una enfermedad mental.
Sin embargo, los padres todavía tienen mucho que ofrecer a sus hijos en términos de prevención de enfermedades mentales. Por ejemplo, muchas personas con factores de riesgo importantes de desarrollar problemas graves, como la esquizofrenia, nunca lo sabrán porque crecieron en un entorno de apoyo que les ayudó a evitar los factores estresantes que les resultaban demasiado difíciles de manejar.
Muchas otras personas seguirán lidiando con problemas de salud mental, sin importar el apoyo que les haya brindado su infancia. Pero, ¿puedes realmente llevar una vida feliz con una enfermedad mental o no? ¿Puedes tener TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO y vivir una vida plena? ¿Puedes llevar una vida de calidad incluso con ansiedad social? Estas son las preguntas que hay que hacerse.
Si bien la prevención completa de las enfermedades mentales nunca es posible, existen estrategias proactivas que se incluyen en el tratamiento y la prevención de los trastornos mentales. Estas medidas pueden promover el bienestar mental, reducir el riesgo y, en algunos casos, retrasar o reducir la gravedad de ciertas afecciones de salud mental.
Uno de los enfoques más eficaces en el tratamiento y la prevención de los trastornos mentales es identificar y abordar los problemas de salud mental desde el principio.
Reconocer las señales de alerta temprana, como los cambios de humor, el aislamiento social o la dificultad para concentrarse, y buscar apoyo profesional rápidamente puede evitar que las condiciones se conviertan en problemas más graves. Cuanto antes se realice la intervención, mejores suelen ser los resultados.
La resiliencia es la capacidad de recuperarse de la adversidad. Desarrollar la resiliencia emocional, las habilidades para resolver problemas y las estrategias de afrontamiento adaptativas es un componente crucial de la prevención. Enseñar a niños y adultos cómo manejar el estrés, adaptarse al cambio y manejar los reveses con confianza puede reducir la probabilidad de desarrollar trastornos de salud mental.
Salud física está profundamente interconectado con la salud mental. La actividad física regular, una dieta equilibrada, un sueño adecuado y la evitación de sustancias como las drogas y el consumo excesivo de alcohol contribuyen a mejorar el bienestar mental.
Las elecciones de estilo de vida como estas desempeñan un papel importante tanto en el tratamiento como en la prevención de los trastornos mentales, ya que fortalecen el cuerpo y la mente contra los posibles factores estresantes.
Nadie debería tener que enfrentarse solo a los desafíos de salud mental. Las relaciones saludables y de apoyo y el acceso a recursos profesionales son fundamentales para el tratamiento y la prevención de los trastornos mentales.
Mantenerse conectado con sus seres queridos, unirse a grupos de apoyo y hablar con un terapeuta o un consejero cuando sea necesario puede marcar una diferencia significativa en la forma en que las personas manejan el estrés diario y los desafíos a largo plazo.
Para muchos padres, el deseo de proteger a sus hijos del dolor emocional es profundamente personal y, a menudo, abrumador. Si bien no podemos controlar todos los factores externos, una de las influencias más poderosas en la salud mental de los niños es el entorno que creamos en el hogar.
No se espera que los padres tengan todas las respuestas, pero cuando ofrecen coherencia, aceptación y un espacio seguro para la comunicación abierta, sientan las bases para una fortaleza emocional de por vida. Enseñar a los niños a lidiar con el estrés, expresar sus sentimientos y construir relaciones saludables es más que útil. Es transformador.
Este tipo de apoyo diario no solo fortalece el vínculo entre padres e hijos, sino que contribuye activamente a la resiliencia mental del niño. En muchos casos, es esta presencia constante y compasiva la que desempeña una de las funciones más esenciales en el tratamiento y la prevención de los trastornos mentales.
Por lo tanto, para todos los padres que recorren este camino: lo que hacen es importante. No estás solo, y el apoyo siempre está disponible.
La prevención no consiste en hacer todo a la perfección, sino en presentarse, mantenerse informado y saber cuándo pedir ayuda. Ya sea que te preocupe la salud mental de tu hijo o busques maneras de fomentar la resiliencia emocional en tu hogar, ya estás tomando las medidas correctas.
Si busca orientación, apoyo o servicios de intervención temprana, Hamaspik está aquí para ayudarlo. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para saber cómo nuestro equipo puede colaborar con usted en su camino hacia el bienestar y la tranquilidad.
Baja sensibilidad sensorial
Sensibilidad sensorial moderada
Alta sensibilidad sensorial
Sensibilidad sensorial muy alta
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16-30: Sensibilidad sensorial moderada
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46-60: Sensibilidad sensorial muy alta